Textos, textos y mas textos

En el marco de esa metamorfosis de géneros, estilos y disciplinas que exponemos en nuestra página, queremos compartir con todos uds varios escritos que esperemos les resulten de su agrado, elaborados por personas que admiramos, respetamos, fomentamos y recomendamos.

En primer término, vamos a dejarles el guión de lo que fue nuestro primer DVD, una obra conceptual que intenta acompañarnos en los múltiples caminos que nuestro interior nos ofrece. En él se encuentran varios de los textos que musicalizamos, como ser poemas de Tristán Tzara y Jorge Loscri, escritos de Albert Camus y Enrique Syms, junto con otros textos de grandes escritores que permiten acompañarnos en nuestro viaje.

Posteriormente, y como obviamente el nombre del grupo Asociación Libre de Ideas fue inspirado en el método descrito por Sigmund Freud, nos gustaría dejarles dos textos que entendemos, se relacionan mucho entre la psicología y el arte: por un lado, una explicación sobre lo que es el método de la Libre Asociación y, por el otro, un artículo que relaciona la sublimación y el arte... esperemos les gusten

GUION


POEMA DE DANIEL BALLESTER

PONER A DISPOSICIÓN DEL OJO LA SEÑAL MARINA, JUGAR AL RANGO Y MEDIR CON UN ELÁSTICO DE ACERO, SOLTAR UN BARRILETE AL VIENTO, TREPARSE A TODOS LOS BORDES Y MIRAR AL MISMO TIEMPO HACIA TODOS LADOS.
LA VIDA ES SED Y NUNCA SEREMOS SACIADOS
HAY QUE SEGUIR SOÑÁNDOLO COMO SI ESTUVIÉRAMOS DESPIERTOS
ENCONTRARNOS EN CADA RECOVA CON SU RÍO DE NÉCTAR Y DEJAR QUE LOS REMOS NOS LLEVEN DONDE SEA: LA COSA ES NAVEGAR

LA MAROSCA 
(DOS POEMAS DE TRISTAN TZARA)
 
MIENTRAS EL SOL LLENE SUFICIENTEMENTE DE RECURSOS A PRECIO DE ORO LOS VELEROS DE ARDOR,
E HINCHE LAS TETAS DE LA TIERRA,
ELLOS SE APUNTAN A LANZAR AL CIELO SU ALIMENTO DE FUEGO,
SU ALIMENTO DE ABISMO

YO HABLO DE LO QUE HABLO QUE HABLO,
YO ESTOY SOLO
SOY NADA MAS QUE UN PEQUEÑO RUIDO,
TENGO MUCHOS RUIDOS EN MÍ
UN RUIDO HELADO,
ARRUGADO EN LA ENCRUCIJADA,
TIRADO SOBRE LA ACERA HÚMEDA
A LOS PIES DE LOS HOMBRES ATORMENTADOS POR SUS MUERTOS,
ALREDEDOR DE LA MUERTE
QUE EXTIENDE SUS BRAZOS

VARIOS

EN TODAS PARTES BUSCAMOS LO ABSOLUTO, Y SIEMPRE ENCONTRAMOS SÓLO COSAS (NOVALIS).
BUSCAR EL SER EN EL PODERÍO DEL ORO ES EDIFICAR SOBRE ARENA. (HENRIK JOHAN IBSEN).
PORQUE EL SER SE PIERDE CUANDO VA A LA CONQUISTA DE LAS COSAS (HEIDEGUER).

EL SILENCIO – DESTINO EN EL ESTOMAGO 
(DOS POEMAS DE JORGE LOSCRI)

EL SE DESPERTÓ EN LA NOCHE PENSANDO
Y SINTIÉNDOSE MAL
MIENTRAS UNA LUZ ENTRABA POR LA VENTANA
Y ELLA ESTABA EN LA MISMA CAMA
Y EL DESEABA ESTAR MUERTO
COMO SI FUERA EL FINAL DE SU VIDA.

RESPIRABA CON DIFICULTAD Y SE SENTABA
Y VOLVÍA A ACOSTARSE
PENSANDO LAS COSAS QUE SE HABÍAN OXIDADO POR EL TIEMPO
Y EN DOS HORAS SE DESPERTARÍA PARA TRABAJAR SIN COMPRENDER NADA.

NO PODIA SENTIRSE EN CASA AÚN CUANDO ESTABA EN ELLA
SINTIÓ TANTA SOLEDAD EN EL ESTOMAGO
QUE NI ELLA PUDO DEVOLVERLO
LAS COSAS, LOS CABLES SU GUITARRA Y ESCRITOS
LA ROPA TAN USADA POR AÑOS
ESTABAN MÁS SOLAS QUE ÉL
Y NO PUDIERON DEVOLVERLO
NO PUDIERON DEVOLVERLO

Y PENSO
ES EXTRAÑO… UN ÁRBOL QUE CRECE AFERRADO EN EL JARDÍN
LOS AÑOS ESTÁN ALLÍ
LOS NACIMIENTOS
LAS MUERTES
TENER TANTAS VIDAS
TENER TANTAS VIDAS Y NO SABER EL NOMBRE DE UNA SOLA NOCHE
LA PUTA CHE!!!

LAS TARDES VENCIDAS 
(POEMA DE JORGE LOSCRI)

LA CASA TIENE RUIDOS QUE ME DICEN QUE FALTA POCO PARA COMER
MIENTRAS SIGO PENSANDO DONDE LLEGARON LOS VIDRIOS DE AQUEL PARQUE
Y UNA CANCIÓN INTERRUMPE EL AGUA
CALLÁNDOME

CORTINAS 
(POEMA DE JORGE LOSCRI)

LA MÚSICA TARDARÁ EN DECIRTE ESTO

SOLITARIA VILLA LURO 
(POEMA DE JORGE LOSCRI)

EL MUNDO SE HA CONVERTIDO SOLO EN LLUVIA
Y LA SOLEDAD DE LA CALLE, DETRÁS DEL VIDRIO
TIENE LOS RUIDOS DE ALGÚN AUTO QUE PASA
A LAS 6 DE LA TARDE
DE UN DÍA DISTINTO

SAMPLE GO - TRES COPAS 
(POEMA DE JORGE LOSCRI) 

3 COPAS POR FAVOR!!!

MIRO LA NOCHE CON LA MÚSICA DE LA LLUVI
MIRO EN EL ESPEJO AL HOMBRE DEL MAÑANA
MIRO A LOS OTROS
Y ES FAMILIA

VARIOS 2

PUEDE BUSCAR UN CIENTÍFICO, QUE SABE LO QUE ESTÁ BUSCANDO. PERO EL CREADOR NO PUEDE BUSCAR ALGO QUE NO CONOCE. (PÉREZ CELIS)
EL ARTE ESTÁ LIGADO A LO QUE NO ESTÁ HECHO, A LO QUE TODAVÍA NO FUE CREADO. ES ALGO QUE ESTÁ FUERA DE UNO, QUE ESTÁ MÁS ADELANTE Y HAY QUE SALIR A BUSCAR. (EDUARDO CHILLIDA)
YO NO BUSCO; YO ENCUENTRO (PABLO PICASSO) PORQUE COMPRENDI QUE LOS ERRORES SON LOS UMBRALES DEL DESCUBRIMIENTO (JAMES JOYCE)

EL ENIGMA

(ESCRITO DE ENRIQUE SYMS)
NO SOLO LAS BANDAS HAN INVOLUCIONADO, TAMBIÉN LO HA HECHO EL CONSUMIDOR DE CULTURA.
HACE UN PAR DE DÉCADAS, Y HASTA LOS AÑOS 80
PODÍAS ESCUCHAR ALGUNA BANDA QUE TE SORPRENDIERA CON SUS INVESTIGACIONES INSÓLITAS,
CON ALGÚN LOCO QUE METIERA LA MANO EN LA NEGRURA DEL SILENCIO
PARA ROBAR UN SONIDO ESTREMECEDOR
QUE TE ROMPIERA LOS CANDADOS DE LA CORDURA.
PERO HOY NADIE QUIERE ESCUCHAR EL SONIDO QUE ADVIERTE DE LO NO ESCUCHADO,
TODOS ESTÁN COMPLOTADOS CON EL PASADO DEL SONIDO,
CON LA REITERACIÓN TEDIOSA DE UNA EMOCIÓN SIN MISTERIOS,
NO HAY DIFERENCIA ENTRE REZAR EL PADRE NUESTRO Y CANTAR UNA CANCIÓN.

(ESCRITO DE ALBERT CAMUS)
EN GENERAL SE PRETENDE QUE AQUEL QUE BUSCA HAYA LLEGADO A UNA CONCLUSIÓN.
MIL VOCES LE ANUNCIAN LO QUE HA ENCONTRADO,
PERO EL QUE BUSCA BIEN LO SABE
NO ES ESO.
ES MENESTER SEGUIR BUSCANDO
Y QUE DIGAN LO QUE QUIERAN.
YO NO SE LO QUE BUSCO, LO DIGO CON PRUDENCIA,
ME DESDIGO, ME REPITO, AVANZO Y RETROCEDO,
PERO SE ME EXIGEN LOS NOMBRES DE UNA BUENA VEZ,
Y ENTONCES ME PREGUNTO
¿NO SE HA PERDIDO AQUELLO QUE YA SE HA ENCONTRADO?

EL HOMBRE PARA DESPUÉS 
(POEMA DE JORGE LOSCRI)

ABRE LOS OJOS Y LA CIUDAD DUERME CON EL AGUA
Y HAY UN PRINCIPIO EN LA SOLEDAD QUE HABLA... NO SE QUE

NO SE QUE
(TODOS TUS MUERTOS)

SE QUE NO VAS A VOLVER
SE QUE NO SE QUE NO VAS A VOLVER
SE QUE NO VAS A VOLVER A ELLA JAMAS

EL QUE TOCA EL FUEGO SE QUEMA
EL QUE BUSCA EL DEMONIO LO CONOCE
EL QUE TOCA EL FUEGO SE QUEMA
EL QUE BUSCA EL DEMONIO LO CONOCE

CUATRO PAREDES Y ALGUIEN 
(POEMA DE JORGE LOSCRI)

LOS LABERINTOS TIENEN BALDOSAS PARA LOS OJOS QUE MIRAN HACIA ABAJO
MIENTRAS LOS AUTOS PASAN POR LA CALLE
CERCA DE SUS PIES

MORSE - SALGAN DE AHÍ !!! 
(REVERSION POEMA DE JORGE LOSCRI)
 
ALGUIEN QUE CAMINA MIRANDO EL SUELO NO DEBERÍA PASAR POR AQUÍ
ALGUIEN QUE LE TEME AL SOL NO DEBERÍA IR A TRABAJAR Y ESTUDIAR
ALGUIEN QUE MIRA LOS NEGOCIOS COMO ASUSTADA, Y LO VE A EL Y SE VE MIRADA POR EL, NO DEBERÍA MIRAR NEGOCIOS
ALGUIEN QUE DESAYUNA EN UNA CASA PARA SALIR DESPUÉS NO DEBERÍA TENER LLUVIA SOBRE LA ROPA
ALGUIEN QUE CAMINA MIRANDO EL SUELO NO DEBERÍA PASAR POR AQUÍ
ESTO NO ES PARA QUE MIREN EL PISO !
DEJEN DE MIRAR EL PISO!!!
ALGUIEN QUE CAMINA MIRANDO EL PISO NO DEBERÍA PASAR POR AQUÍ
MIREN A QUIEN TIENEN A SU LADO
MÍRENSE USTEDES MISMOS
MIREN EN SU INTERIOR… AHÍ ESTÁN !!!
SALGAMOS DE LA CORAZA DEL QUE DIRAN
ALGUIEN QUE LLEVA UNA SONRISA ACCIDENTADA NO DEBERIA PODER REIR
ENCUÉNTRENSE A USTEDES MISMOS Y VAN A PODER REIR…
RÍAN DE UNA VEZ !!!
SALGAN DE AHÍ !!!
DEJEN DE MIRAR EL PISO!!!

VARIOS 3 
(JOHN DEWEY Y ARISTÓTELES)

BUSCAR LO QUE UNO ESTÁ PREPARADO PARA HACER Y ENCONTRAR UNA OPORTUNIDAD PARA HACERLO, ES LA CLAVE DE LA FELICIDAD.
SIN EMBARGO NO HAY QUE ALARMARSE: PARECE QUE EL PRINCIPIO ES MÁS DE LA MITAD DEL TODO, Y QUE POR ÉL SE ACLARAN MUCHAS DE LAS COSAS QUE SE BUSCAN.
NO SEA COSA QUE SE PIERDA ESO QUE SE HA ENCONTRADO.
 

PSICOLOGIA

De más está aclarar que  esto no busca ser una página de psicología ni muchísimo menos, aunque creemos que resulta interesante poder mencionar al menos un poco de esta ciencia y por eso nos animamos... 
Asociación libre
De Wikipedia, la enciclopedia libre

En el psicoanálisis, la asociación libre es el método descrito por Sigmund Freud como la "regla fundamental", constitutiva de la técnica y que consiste en que el analizado exprese, durante las sesiones de la cura psicoanalítica, todas sus ocurrencias, ideas, imágenes, emociones, pensamientos, recuerdos o sentimientos, tal cual como se le presentan, sin ningún tipo de selección, sin restricción o filtro, aun cuando el material le parezca incoherente, impúdico, impertinente o desprovisto de interés.

Modo de aplicación en la clínica psicoanalítica

Las asociaciones pueden surgir de manera completamente espontánea (asociación libre propiamente tal, en sentido estricto) o inducidas por algún elemento de un sueño o por cualquier otro objeto de pensamiento (por ejemplo una fantasía).

En un sentido lato, las asociaciones inducidas por una palabra-estímulo (por ejemplo en los experimentos de asociación verbal de Francis Galton, Wilhelm Wundt o Carl Gustav Jung y la Escuela de Zúrich) también se han englobado en el concepto más general, aunque en el sentido estricto una asociación libre debe surgir espontánemente, sin estímulo inductor.

Para el psicoanálisis es justamente la observancia de esta técnica esencial la que contribuye a que afloren las representaciones inconscientes, actualizando los mecanismos de resistencia. Cuanto más libres sean las asociaciones, tanto más probable será que los contenidos inconscientes aparezcan en la sesión analítica.

Con el objeto de que el analizado pueda asociar libremente de manera óptima, el encuadre o setting terapéutico debe garantizar que el paciente pueda estar tranquilo, relajado y, en lo posible, pobremente estimulado o influenciado por el entorno. En el encuadre clásico, que sin embargo muchos psicoanalistas no consideran obligatorio, esta condición se cumple al estar el analizado recostado en un diván, sin contacto visual con el psicoanalista, de modo que no se sienta observado, juzgado o evaluado por este último y pueda así concentrarse completamente en sus asociaciones. Para el analista este setting posibilita el ejercicio de una manera de escuchar que a su vez facilita el flujo libre de asociaciones.

Mientras que la instrucción que el paciente (o analizado) recibe es sorprendentemente sencilla ("hable de todo lo que se le ocurra, sin filtrar ni seleccionar"), atenerse a la regla suele resultar algo mucho más complejo, requiriendo tanto de un cierto ejercicio, como de que se establezca primeramente una relación de confianza entre el analista y su paciente. No resulta muy fácil dar libre curso a las asociaciones de ideas porque, por una parte, se trata de una práctica desacostumbrada (en ningún otro espacio social se espera que las personas hablen sin estructurar el discurso, prescindiendo además de seleccionar cuidadosamente los contenidos) y por otra, se trata de vencer fuertes resistencias al análisis, conscientes e inconscientes.

La contrapartida de la asociación libre en el psicoanálisis es la, así denominada "atención flotante" del analista y que consiste en que éste escuche de una manera atenta, pero plana o pareja, sin valorar, juzgar o evaluar la relevancia de los elementos del discurso del analizado, sin jerarquizar u otorgar mayor importancia a ciertos contenidos en desmedro de otros, es decir, respetando las reglas de neutralidad y abstinencia.

Fundamento teórico

La idea esencial es que, si se suprime la selección voluntaria de contenidos, se estará eliminando la segunda barrera defensiva (situada de acuerdo a la primera tópica freudiana entre el consciente y el pre-consciente) con lo que quedará en evidencia la acción de la primera barrera defensiva, es decir, de la primera censura ubicada entre el preconsciente y el inconsciente.

Para Freud poner al desnudo las resistencias y luego analizarlas es absolutamente esencial para la cura y ello a su vez sólo se logra a través de la asociación libre.

La asociación libre, la interpretación de los sueños y el análisis de los actos fallidos constituyen las tres técnicas esenciales de la clínica analítica, siendo la primera según Freud imprescindible

Historia del método en psicoanálisis

El método de la asociación libre se va instalando en el psicoanálisis de manera progresiva entre los años 1892 y 1898, sin que sea posible establecer con exactitud el momento preciso en que se impone como técnica principal.[1]

Si bien la asociación libre se desarrolla sobre la base de otros métodos pre-psicoanalíticos para la exploración del inconsciente (como por ejemplo la hipnosis o la catarsis) se diferencia de manera sustancial de estas metodologías por pretender prescindir completamente de la sugestión.

En "Estudios sobre la histeria", Freud relata cómo una paciente (Emmy von N.) le pidió expresamente durante su tratamiento en 1892 que cesara de intervenir en el curso de sus pensamientos y que la dejara hablar libremente.[2]

Más tarde, en una descripción de su método escrita para el libro de un famoso libro de L. Löwenfeld sobre las neurosis obsesivas, publicado en 1904[3] explica cómo a partir de su trabajo con Josef Breuer se fue dando cuenta de que la hipnosis sólo podía producir resultados parciales y transitorios debido a que tenía la desventaja de no suprimir las resistencias del paciente, descubriendo entonces que era mucho más fácil el acceso al material inconsciente (afectos, recuerdos, representaciones) a través de la asociación libre.

La asociación libre sustituyó definitiva y completamente al método catártico y se convirtió desde entonces para Freud y sus seguidores en la regla fundamental de la cura psicoanalítica: el medio privilegiado de investigación del inconsciente.

La asociación libre en contextos externos al psicoanálisis

El método de la asociación libre se ha usado también en contextos extrapsicoanalíticos y en áreas que no tienen relación con lo terapéutico. Por ejemplo la conocida técnica de lluvia de ideas (Brainstorming) es una muestra de ello. También existen aplicaciones y derivados de la técnica en tests de selección de personal, en estudios de mercado o en técnicas de publicidad. Por otra parte, la asociación libre constituye el fundamento de muchos tests proyectivos de diagnóstico psicológico cuya respuesta no es estructurada, como por ejemplo el test de Rorschach.

Los surrealistas franceses, adoptaron también el método creando la técnica de la escritura automática, una especie de asociación libre por escrito, que ya antes de Freud había desarrollado Jean Pierre Janet. Más tarde, la asociación libre fue utilizada (también como técnica de creación literaria) por Jack Kerouac, uno de los principales representantes de la Generación Beat.

Mucho antes de que Freud definiera la asociación libre como regla fundamental y precisara la forma de su aplicación en la cura psicoanalítica, existían por cierto otras técnicas asociativas previas. La primera y la más destacada es la técnica de Francis Galton, a quien se le reconoce como fundador de la psicología diferencial y de los test psicométricos. Galton desarrolló un experimento de asociación de palabras, consistente en un test de 75 palabras escritas en tarjetas individuales con las que medía los tiempos de reacción hasta la primera asociación. Este mismo experimento, en versiones diferentes, así como con distintos matices y objetivos fue utilizado por Wundt, Kraepelin, Ebbinghaus y Carl Gustav Jung.

Referencias

   1. Laplanche, J. y Pontalis, J.B., Diccionario de Psicoanálisis, Paidos, B.Aires 9ª. Edición 2007, pág. 35 (Título original: Vocabulaire de la Psychanalyse, 1967)
   2. Breuer,Josef y Freud, Sigmund, Estudios sobre la histeria en Obras Completas, Vol. II, Amorrotu, B.Aires, 9ª. Edición 1996, p. 71, ISBN 950-518-578-2 (Título original: Studien über Hysterie, 1895)
   3. Freud, Sigmund, El método psicoanalítico de Freud en Obras Completas, Vol. VII, Amorrotu, B.Aires 9ª. Edición 1996, pág. 233, ISBN 950-518-583-9 (Título original: Die Freudsche psychoanalitische Methode'', 1904)

Sublimación y Arte

Introducción

El concepto de sublimación en psicoanálisis es un concepto problemático, para algunos sería un concepto fundamental, tal es la propuesta de Juan David Nasio.

No es mi intención entrar en el debate si la sublimación es o no un concepto fundamental, pero creo que si es importante pensar algunas afirmaciones que se realizan en torno a la sublimación.

Deseo trabajar más la cuestión de ¿por qué la obra de arte es una sublimación? Si se discute sobre la sublimación el primer ejemplo que surge es la obra de arte. Nadie se anima a discutir esto, ¿pero cuál es la argumentación que subyace a esta afirmación casi dogmática?

Si lo queremos podemos enunciar la cuestión del siguiente modo: ¿cuál es la condición necesaria y suficiente para reconocer en la obra de arte la sublimación?

Una de las observaciones más comunes sobre la sublimación es definirla como la transformación de la meta y el objeto sexual de la pulsión por una satisfacción de la meta y objeto no sexual, en palabras de Freud: “el objeto y meta sufren un cambio de vía, de suerte que la pulsión originariamente sexual halla su satisfacción en una operación que ya no es más sexual, sino que recibe una valoración social o ética superior”[1] .

Pero si analizamos un poco la historia del arte y los autores que Freud analiza son o autores y obras canonizados o se trata de autores que en su época no introdujeron rupturas en el canon. Sobre esto me voy a detener momentáneamente.

Canon, sujeto e Ideal del Yo

Sin embargo la idea de que el arte implica una sublimación no deja de surgir. Me parece que lo primero que hay que hacer es distinguir entre obras canonizadas y no canonizadas.

Lo único que voy a señalar aquí es que el canon siempre se refiere a una serie de obras que constituyen el patrimonio cultural de una sociedad, es donde por ejemplo se aceptan como identificatorios determinadas imágenes y determinados escritos para los individuos que se reconocen en una sociedad determinada.

Avanzo un poco más, si aceptamos esta definición del canon, entonces se podrá comprender la idea más arriba señalada sobre la sublimación, ya que la obra de arte si se incluye en el canon, es inscripta como teniendo un valor social y ético superior. Lo cual implica que el canon es la concretización del Ideal del Yo, con respecto a las obras de arte, en una cultura. Podemos decir entonces que el autor que produce obras que son acordes al canon sólo explicita su ideal en formas sociales aceptadas.

Pero Freud señala que la sublimación “puede ser incitada por el ideal, pero [su] ejecución es por entero independiente de tal incitación”[2]. Es decir que el ideal del yo es una condición necesaria, pero no suficiente para la sublimación. Con esta observación también podemos incluir a las obras que no siguen el canon, que se oponen al mismo, ya que si el ideal del yo incita a la sublimación, de ello no se infiere que se incite a seguirlo. La incitación del ideal del yo puede ser una obstinación por parte del artista a oponerse o a construir otro canon, es decir, pasar de su canon al Canon.

Pero hacer la distinción entre obras canónicas y no canónicas no nos lleva a ningún lado porque también el autor que sigue el canon realiza esta operación, a saber: realizar la elevación de su canon al Canon.

Canon, Objeto, Cosa

No quiero dejar pasar que he utilizado la palabra elevación. Dicha palabra aparece en la célebre fórmula lacaneana que define la sublimación como la elevación de un objeto a la dignidad de la Cosa.

Si el Canon es la incitación de la obra, la Cosa es su conclusión. Pero si el ideal del yo es del orden de los objetos valorados socialmente, se trata de significados sociales, de sentidos sociales. Luego si la obra de arte concluye en la Cosa, entonces la obra siempre supone un plus de no significado o una multiplicidad de significaciones.

Retornemos a la fórmula lacaneana: la sublimación eleva el objeto a la dignidad de la Cosa. Esta frase citada aquí y en otros lugares, se repite casi como una frase litúrgica.

La misma frase invertida puede definir la bajeza y podríamos enunciar del siguiente modo: la bajeza desciende la Cosa a la indignidad del objeto.

Esta frase como la otra no nos dice mucho, pero sí nos permite ver que tanto la Cosa como el objeto son determinativos de la dignidad y de la indignidad respectivamente. Por lo que es necesario explicitar los sentidos de los términos dignidad y Cosa.

Kant entiende por dignidad de la persona el hecho irreductible que una persona no puede ser nunca medio para un fin sino fin en sí mismo. Si trasladamos esta idea de dignidad y la relacionamos con la Cosa, entonces tenemos que la dignidad de la Cosa significa que ella, la Cosa, es un fin en sí mismo y que lo indigno es el objeto entendido como medio para, es decir como un utensilio.

Compliquemos un poco más el asunto y recordemos que Lacan en el seminario titulado La ética del psicoanálisis define la Cosa como el-fuera-de-significado.

Propongo el siguiente juego, sustituyamos todas estas equivalencias y veamos qué es lo que queda de la definición de la sublimación:

La sublimación eleva el objeto al fin en sí mismo del fuera-del-significado

Esto parece y es un trabalenguas, pero tiene, sin embargo, una explicación. Observemos la idea misma de elevar el objeto al fin en sí mismo, esto significa que no es un medio para, dicho de otro modo la elevación supone que el objeto ya no tiene uso, decir esto implica que ya no tiene un significado sino que puede tener múltiples significados. Creo que pensar que existe algo que no es un objeto y que puede tener múltiples significados es una buena definición de la obra de arte, ya que deja al espectador el trabajo de darle al menos un significado. Dicho más claramente, las obras de arte son objetos que pierden significado y se constituyen en significantes que el receptor llenará de sentidos. Las obras serían como cheques en blanco en donde cada uno pondría su propia cifra.

Insistamos como si fuera una letanía en volver a la frase ya citada, y concentremos nuestra atención en el término elevación. La elevación se entiende marca dos lugares y es un predicado que da un orden jerárquico. Pero para que esto sea posible es necesario que la elevación sea reconocida por un grupo. Decir que A es más elevado que B, significa que desde un lugar alguien puede afirmar el mismo enunciado, es decir, que cualquiera desde esa posición estará de acuerdo en dicha elevación.

Ciertamente la idea de elevación no debe entenderse como un espacio físico, pero debe suponerse que existe un dominio, un campo en donde pueda realizarse esta comparación. Es aquí donde inscribimos lo cultural, si lo entendemos como un trasfondo de tradiciones (entre estas tradiciones incluimos el canon) que funciona como marco de lo que es elevado.

Por último quisiera hablar sobre el quien que lleva a cabo el acto de elevación. ¿En qué consiste este acto de elevar? Para Freud se trata de desviar las pulsiones de su meta, es decir, de asexualizarlas. La elevación que realiza el sujeto del inconsciente es la del desvío, por lo que cualquier manera de desviar las pulsiones de su meta es una sublimación, pero recordemos que esta desviación es incitada por el ideal del yo. Es decir que lo simbólico incita a la desviación, pero ¿qué es lo que hace desviar la pulsión de su meta? ¿Qué es lo que hace optar al sujeto ante la incitación por la sublimación y no sucumbir al forzamiento del ideal del yo como en la represión?

Aquí el artista es el tipo con que Freud intenta contestar esta pregunta.

Primero el artista es introvertido e insatisfecho, quisiera obtener honores, fama, etc. Luego se extraña de la realidad y transfiere sus deseos a la fantasía. Aquí Freud compara los sueños diurnos con el trabajo del artista. Mientras la mayoría nos conformamos con dichos sueños, el artista los elabora, es decir los disfraza y les hace perder lo chocante, es decir lo indigno de su objeto, luego sabe atenuarlos para que no delaten lo prohibido

Además agrega Freud, el artista “posee la enigmática facultad de dar forma a un material determinado hasta que se convierta en copia fiel de la representación de su fantasía y, después, sabe anudar a esta figuración de su fantasía inconsciente una ganancia de placer tan grande que en virtud de ella las represiones son doblegadas y canceladas, al menos temporariamente. Y si puede obtener todo eso posibilita que los otros extraigan a su vez su consuelo y alivio de las fuentes de placer de su propio inconsciente, que se les habían hecho inaccesibles; así obtiene su agradecimiento y su admiración, y entonces alcanza por su fantasía lo que antes lograba sólo en ella: honor, poder, y el amor de las mujeres”[3].

Notemos que el desvío de la pulsión se da por un trabajo con la fantasía, no es que el sujeto es forzado, sino que da forma al ideal, es decir que transforma el ideal en Cosa. Es decir que la incitación (el ideal) se convierte por su trabajo en algo fuera-de-significado (Cosa), ya no se trata de un ideal por el que se sucumbe sino de lo sin significado que libera, de ahí esa ganancia de placer que supone un saber hacer con los significantes. La enigmática facultad del artista es un saber hacer: la capacidad de dar forma al ideal y dejarlo a su medida, es decir, que en su fantasía el ideal se convierte en una construcción y no en un forzamiento, de ahí que la pulsión se satisfaga en su recorrido mediante el trabajo activo del artista, es decir que el artista produce un nuevo significante. Lamentablemente el arte es un saber y no una ciencia.

Quisiera terminar con un ejemplo de como podemos entender esto en obras que fueron muy resistidas, me refiero por ejemplo a los ready-made de Duchamp. Es obvio que el artista se opone al ideal, pensemos en su célebre Ducha, al invertir el urinario lo eleva de mero utensilio, de mero ser medio para a la una dignidad (fin en sí mismo) de la Cosa. Pero no sólo realiza esto, sino que opera ese fuera-de-significado que nos muestra que los ideales son incitaciones y que nunca debemos considerarlos forzamientos, un objeto que no cumple su función nos advierte que cualquier otro objeto puede dejar de cumplirla y que sólo nosotros nos forzamos en que ese objeto tenga esa función.

Lic. Arturo Horacio Cuervo